Fracaso escolar y déficit de atención

fracaso escolar

Clínica de Psicología en Coslada

Psicólogos Sanitarios con experiencia en atención individual.

Orientación congnitivo-conductual.

Especialistas en psicología infantil

TRASTORNO DEL APRENDIZAJE

Los tres trastornos que se engloban en esta categoría son el trastorno de la lectura (o dislexia), trastorno del cálculo y trastorno de la expresión escrita. Ocurre cuando el rendimiento del niño en uno de estos ámbitos es muy inferior al esperado por su edad, coeficiente intelectual y escolaridad propia de su edad.

En los sujetos con trastorno de la lectura, la lectura oral suele realizarse con distorsiones, sustituciones u omisiones de letras y palabras. La lectura oral y la lectura silenciosa la realizan con lentitud y con errores de comprensión del texto.

En los individuos con trastorno del cálculo hay varias habilidades afectadas, como son la lingüística (les cuesta convertir en signos matemáticos los enunciados de los problemas, habilidades perceptivas (errores en el reconocimiento o lectura de los símbolos matemáticos), errores en la comprensión y denominación de términos matemáticos…), la atención (se confunden al reproducir una serie de cifras, pasan por alto algunos signos operativos…) y habilidades matemáticas (tablas de multiplicar, seguir secuencias de operaciones…).

En el trastorno de la expresión escrita se puede observar errores de puntuación, gramaticales, de ortografía, les cuesta organizar un texto en párrafos y suelen tener muy “mala letra”.

Raramente alguno de estos trastornos aparece solo, sino que suele ser una combinación entre ellos.

Entre el 2 y el 10% de los niños sufre trastornos del aprendizaje.

Suelen derivar en una baja autoestima por los constantes fracasos al realizar las tareas escolares y déficit en las habilidades sociales.

Debido a esto, sumado a las dificultades para aprender y las consiguientes malas notas que eso conlleva, se calcula que cerca del 40% de niños o adolescentes con estos trastornos suele abandonar sus estudios.

A veces una mala visión o audición del niño puede dar lugar a dificultades para seguir el ritmo de la clase y aprender a la misma velocidad que sus compañeros. Pero eso se puede corregir mediante gafas o audífonos, en caso de ser necesario. Por tanto eso no constituye un trastorno del aprendizaje como tal.

También hay que reseñar que no todo fracaso escolar ocurre por la presencia de trastornos del aprendizaje, ya que juega un papel muy importante factores como la motivación o los intereses del niño, la versatilidad del profesor para adaptarse a las necesidades de cada alumno, la situación personal o familiar del niño, etc.

Estos trastornos suelen hacerse visibles en los primeros cursos de educación primaria, ya que es ahí donde comienzan realmente las clases de matemáticas o lenguaje, pudiendo observarse si existe algún déficit en el aprendizaje de esas áreas.

Estos trastornos suelen hacerse visibles en los primeros cursos de educación primaria, ya que es ahí donde comienzan realmente las clases de matemáticas o lenguaje, pudiendo observarse si existe algún déficit en el aprendizaje de esas áreas.

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